Algunos miembros de esta asamblea contamos con experiencias
personales dentro de la columna nordeste de las marchas que se dirigían a
Madrid. La marcha de nuestra columna ha transcurrido con trabajo,
compañerismo y acciones pacíficas. Las marchas y la manifestación fueron
constituidas por personas diferentes –provenientes, o no, de diversos
movimientos sociales- de edades variadas. Todo sucedió tranquilamente
hasta el final.
Durante la marcha no hemos tenido altercados y
hemos contado con colaboraciones que nos han facilitado y endulzado el
camino. Todo ello ha hecho posible la llegada a Madrid. Aunque, por otro
lado, nos preocuparía ver que en las próximas semanas las marchas se
convirtieran en un centro de intereses externos a las mismas que rozasen
el populismo. Las marchas han sido parte de una lucha dónde personas
muy diferentes han convivido y compartido su camino.
Se ha
reclamado algo aparentemente simple: pan, trabajo, techo y libertad;
además de educación, sanidad y pensiones públicas, igualdad y no al pago
de la deuda ilegítima. Sin embargo unas consignas tan básicas han sido
invisibilizadas por los medios de comunicación, los cuales han ignorado
nuestros caminos y su lucha, prefiriendo manipular la información. Se
han centrado en mostrar los estallidos de rabia, sin intentar entender o
explicar el por qué de esta explosión. Y ahora, la abundante
información sobre la muerte de Suarez invisibiliza nuestra movilización.
Nos preocupan de modo especial los detenidos y heridos a raíz
de la manifestación del 22M y el deseo de la señora Cifuentes de
sancionar a algunos organizadores de las marchas ya que considera el
final de la manifestación repleto de altercados por parte de
“violentos”. Esto es una alienada interpretación de la realidad. Los
altercados llevan siendo provocados por el gobierno y su estado policial
mucho tiempo. La manifestación no estaba terminada, se desconvocaba a
las 21/21:30h y en torno a las 20:30h la policía ya estaba intentando
disolverla en Colon golpeando arbitrariamente a los manifestantes. Unos
pocos manifestantes actúan en los altercados, pero reaccionar contra
quienes contribuyen a privar nuestra libertad y derechos puede
entenderse como resistencia. Cifuentes habla de un número de policías
heridos que han sido llevados a hospitales, mientras que no cuenta a
cientos de nuestros compañeros -ni a los que huían, ni a los que
pudieron ser atendidos por el propio personal sanitario de las
columnas-.
Las marchas y las manifestaciones no son suficientes
para el cambio, pero son una aportación más a ese camino. Ese camino
intenta ser invisibilizado y reprimido. Es por ello que nos sumamos a
los comunicados de las marchas que denuncian lo ocurrido finalizando la
manifestación del 22M y lo que continúa ocurriendo. En Madrid algunos
compañeros siguen organizándose, seguiremos trabajando desde nuestros
barrios y seguiremos denunciando todos estos actos de invisibilización y
represión.
¡La lucha sigue!
Asamblea 15M Delicias
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