¿Quiénes somos?

-->

¿Quiénes somos?
 Somos un grupo personas, la mayor parte vecinas y vecinos del barrio de Delicias en Zaragoza, que ante la necesidad de que el Movimiento 15M se extendiera empezamos a hacer reuniones: foros ciudadanos en los que expresarnos, asambleas en las que pensar, debatir y decidir qué podemos hacer y cómo...
 Somos un grupo abierto y heterogéneo, en el que todo el mundo puede participar respetando las consignas básicas del 15M: apartidista, asindical, no violencia. Esto, no significa que seamos apolíticos, ya que buscamos un cambio social a través de la regeneración de la política y de una democracia más participativa. Tampoco significa que no puedan participar personas afiliadas o militantes en partidos políticos o sindicatos, sino que se les ruega responsabilidad y no utilizar algo que estamos construyendo entre personas muy diferentes en beneficio de los intereses concretos de un determinado grupo (por eso, aunque compartamos ideas o argumentos se ha pedido hasta ahora “evitar las siglas” para que nadie pueda sentirse excluido, no identificado y para evitar la manipulación de los medios de comunicación).
 
¿Qué hacemos?
Habitualmente nos reunimos los lunes a las 19:30, en la Plaza de la Convivencia (en el cruce de Vía Universitas y Duquesa Villahermosa, bajo los porches del “Centro Cívico Esquinas del Psiquiátrico”).
Allí debatimos, nos informamos y planeamos cómo trabajar intentando coordinarnos con otras compañeras y compañeros del 15M (en otros barrios, Acampadazgz, Democracia Real Ya, plataformas contra los desahucios, etc…) así como con las Asociaciones de Vecinos del Barrio y cualquier colectivo social que quiera participar.
 
¿Cómo trabajamos?
Estamos respondiendo a la necesidad de organizarnos de manera horizontal. Una herramienta de trabajo son las asambleas. Una Asamblea es un espacio de encuentro desde la igualdad, entre personas que tienen un fin común, donde poder dar nuestra opinión o decidir sobre un tema.

Algunos consejos interesantes:

- El trabajo en asambleas no siempre es fácil o ágil, por eso debemos tener paciencia. El pensamiento colectivo es totalmente opuesto al sistema actual que se rige por un pensamiento individualista. Por tanto, necesitamos tiempo, va a ser un proceso largo.

- Normalmente ante una decisión dos personas con ideas opuestas tenderemos a enfrentarnos y defenderlas poniendo como objetivo convencer. El objetivo del pensamiento colectivo es construir, y por tanto dos personas con ideas diferentes pondremos nuestras energías en construir algo. No se trata entonces de si mi idea o la tuya, si no que son las dos ideas juntas las que darán un producto nuevo que a priori no conocíamos. Por eso es tan necesaria la escucha activa en la que no sólo estamos preparando la réplica que vamos a dar. El pensamiento colectivo nace cuando entendemos que todas las opiniones, las nuestras y las diferentes, todas, son necesarias para generar la idea que de forma indirecta nos transformará.

- A la hora de lanzar ideas o propuestas es importante la proactividad. Es decir, estar dispuestos no sólo a opinar y proponer, sino también a actuar. Para ello no siempre debemos estar esperando a que alguien “se lance” sino intentar comenzar iniciativas en las que tengamos algo que aportar según nuestras capacidades, habilidades o deseos, y animar al resto a sumarse a ellas teniendo en cuenta que estamos haciendo un trabajo voluntario. Cada persona aporta según su disponibilidad e intereses, y todas han de tener cabida y ser valoradas en sí mismas. Es importante que exista una ecología de formas y escalas de participación.

- Confianza ante todo: nos podemos equivocar, estamos aprendiendo, "haciendo camino al andar"; por lo que cometeremos errores, pero se pueden corregir, para ello es necesario el diálogo. Confía en la buena voluntad de la otra persona, interésate y habla con ella antes de juzgar sus actos.

- Equilibrio entre la centralización y la descentralización, entre coordinación y autonomía. Desde la reflexión de cómo superar el modelo que requiere asambleas eternas, y a medida que lo que nos une se vaya definiendo y articulando, tiene sentido también que vayan creciendo grupos de trabajo que actúen con cierta autonomía pero aunados por valores comunes, protocolos, modos de hacer y la línea de la plataforma común.