Algunos miembros de esta asamblea contamos con experiencias
personales dentro de la columna nordeste de las marchas que se dirigían a
Madrid. La marcha de nuestra columna ha transcurrido con trabajo,
compañerismo y acciones pacíficas. Las marchas y la manifestación fueron
constituidas por personas diferentes –provenientes, o no, de diversos
movimientos sociales- de edades variadas. Todo sucedió tranquilamente
hasta el final.
Durante la marcha no hemos tenido altercados y
hemos contado con colaboraciones que nos han facilitado y endulzado el
camino. Todo ello ha hecho posible la llegada a Madrid. Aunque, por otro
lado, nos preocuparía ver que en las próximas semanas las marchas se
convirtieran en un centro de intereses externos a las mismas que rozasen
el populismo. Las marchas han sido parte de una lucha dónde personas
muy diferentes han convivido y compartido su camino.
Se ha
reclamado algo aparentemente simple: pan, trabajo, techo y libertad;
además de educación, sanidad y pensiones públicas, igualdad y no al pago
de la deuda ilegítima. Sin embargo unas consignas tan básicas han sido
invisibilizadas por los medios de comunicación, los cuales han ignorado
nuestros caminos y su lucha, prefiriendo manipular la información. Se
han centrado en mostrar los estallidos de rabia, sin intentar entender o
explicar el por qué de esta explosión. Y ahora, la abundante
información sobre la muerte de Suarez invisibiliza nuestra movilización.