Desde que hace un año, en la primera edición de Territorio Delicias, mostrásemos nuestra preocupación y sorpresa por la proliferación desorbitada de ONG´s, Obras Sociales de bancos y Fundaciones, han pasado muchas cosas en el Territorio.
En este tiempo, los financieros que patrocinan a la Fundación Ozanam y la Obra Social de La Caixa (Proyecto ICI) han redoblado esfuerzos para dinamizarnos y mostrarnos qué cultura y comportamientos son los adecuados para sus intereses. ¿Será que nos hemos portado mal?
Ya en el mes de agosto, el ICI trasladó su Circo Social desde el Gancho al Parque Delicias y poquito a poco hemos visto cómo todo el aparataje artístico cultural que ha acompañado la implementación del urbanismo neoliberal en el barrio de San Pablo junto con sus profesionales, se han trasladado de manera casi mimética del Gancho a Delicias. ¿Por qué San Pablo y Delicias? ¿Será que las gentes de Montecanal no se aburren tras sus muros y rejas? ¿O es que igual piensan que determinadas dinamizaciones atentan contra su dignidad?
En este tiempo también han sucedido cosas graciosas en el Territorio. Hace un par de meses, la Fundación Zaragoza Ciudad del Conocimiento, financiada a medias por Ibercaja y el Ayto. de Zaragoza, nos invitó a un curso para enseñarnos cómo autogestionarnos (literalmente). No dudamos de la capacidad de autogestión de Ibercaja, pero nos tememos que este término no significa lo mismo para todos.
Este curso se celebró en el edificio Etopía, un edifico lleno de luces que hay en uno de los límites del barrio. Un edificio concebido como semillero de empresas, cultura y arte para extraer valor económico del conocimiento de las gentes de Zaragoza y transformar los pequeños talleres del barrio, que ellos califican de obsoletos, en pujantes negocios de creativos y tiendas de madalenas de colores.