En Defensa del Cine De Verano: Por el Derecho a Usar la Calle
Desde la Asamblea Delicias queremos trasladaros nuestra preocupación, porque no sabemos si este año podremos hacer el Cine de Verano que llevamos realizando cinco años. Ya tenemos todo preparado: un buen sonido, sillas cómodas, películas de calidad... Tenemos cerrada la participación de diferentes colectivos para las presentaciones….. TODO menos el permiso municipal.
Nos duele pero no nos extraña. Hace ya un par de años que, lamentablemente, cuesta más trabajo conseguir el permiso para hacer una actividad en la calle que organizar el propio acto. El inicio de las trabas coincidió con la toma de posesión del actual Equipo de Gobierno de ZeC, allá por junio de 2015. Ese mismo verano, Servicios Públicos no autorizó el cine de verano de la Asamblea 15M de San José. El de Delicias lo conseguimos salvar por los pelos.
Desde entonces, se han ido interponiendo un continuo de problemas y nuevas y progresivas trabas. Por ejemplo, Jubilados Indignados está pendiente de sanción por un permiso no resuelto por Servicios Públicos, según ellos “la notificación se perdió en el correo”. En Delicias seguimos esperando partes del permiso de Territorio Delicias 2016, a pesar de haberse solicitado varias veces desde entonces.
En nuestra opinión, el colmo del absurdo de la burocracia se dio con los trámites para Territorio Delicias 2017, cuando por mencionar solo uno de los episodios, la unidad de dominio público del Ayuntamiento nos realizó un requerimiento en el que se nos pedían escrituras y poderes notariales entre otra documentación, el pago de una fianza, el pago de una tasa por utilizar la calle, 400 € por utilizar unas planchas de escenario públicas y la contratación de un seguro que por sí mismo costaba más que toda la actividad. Sin embargo, este tipo de requerimientos debe de ser obligatorio solamente para movimientos sociales, porque al mismo tiempo, nos consta que a una famosa multinacional que utilizó la Plaza del Pilar para publicitarse ni por asomo se le pedían tantas cosas.
Si esta situación se estuviera dando bajo la dirección de otro gobierno municipal no dudaríamos en catalogarla de Burorrepresión. En sentido extenso, burorrepresión se define como la pretensión de control de la potencial disfuncionalidad de sectores sociales, a través de trabas burocráticas o legales que se convierten en graves impedimentos funcionales para los individuos y colectivos afectados. En este caso concreto también habría una zona común con la acepción dura del término (presión económica administrativa a los movimientos sociales) puesto que también hay trabas administrativas con contenido económico de calado suficiente para asfixiar a nuestra modesta asamblea.
Consideramos que ni el Ayuntamiento ni las ordenanzas municipales tienen claro que los movimientos sociales no hacemos negocios ni publicidad, que no somos promotores de eventos ni gestores de ocio. Por el contrario, somos vecin@s que ejercitamos nuestros derechos públicos y políticos y que hacemos legítimo uso del espacio público, de la calle, sin pretensión económica para la difusión, promoción y reivindicación de los derechos humanos, políticos, civiles, culturales, económicos y sociales.
No se puede ni se debe equiparar el uso de la calle para el ejercicio y promoción de derechos fundamentales con la utilización privativa del espacio público, que tiene fines mercantiles y empresariales explícitos o implícitos en formatos deportivos y culturales.
Por eso exigimos a Servicios Públicos del Ayuntamiento de Zaragoza, si tanta importancia da a la participación ciudadana, que actúe para garantizar la que emerge desde abajo, racionalizando los requisitos burocráticos para actividades populares y sociopolíticas y estableciendo las medidas necesarias para garantizar el ejercicio de los derechos colectivos.
Nos duele pero no nos extraña. Hace ya un par de años que, lamentablemente, cuesta más trabajo conseguir el permiso para hacer una actividad en la calle que organizar el propio acto. El inicio de las trabas coincidió con la toma de posesión del actual Equipo de Gobierno de ZeC, allá por junio de 2015. Ese mismo verano, Servicios Públicos no autorizó el cine de verano de la Asamblea 15M de San José. El de Delicias lo conseguimos salvar por los pelos.
Desde entonces, se han ido interponiendo un continuo de problemas y nuevas y progresivas trabas. Por ejemplo, Jubilados Indignados está pendiente de sanción por un permiso no resuelto por Servicios Públicos, según ellos “la notificación se perdió en el correo”. En Delicias seguimos esperando partes del permiso de Territorio Delicias 2016, a pesar de haberse solicitado varias veces desde entonces.
En nuestra opinión, el colmo del absurdo de la burocracia se dio con los trámites para Territorio Delicias 2017, cuando por mencionar solo uno de los episodios, la unidad de dominio público del Ayuntamiento nos realizó un requerimiento en el que se nos pedían escrituras y poderes notariales entre otra documentación, el pago de una fianza, el pago de una tasa por utilizar la calle, 400 € por utilizar unas planchas de escenario públicas y la contratación de un seguro que por sí mismo costaba más que toda la actividad. Sin embargo, este tipo de requerimientos debe de ser obligatorio solamente para movimientos sociales, porque al mismo tiempo, nos consta que a una famosa multinacional que utilizó la Plaza del Pilar para publicitarse ni por asomo se le pedían tantas cosas.
Si esta situación se estuviera dando bajo la dirección de otro gobierno municipal no dudaríamos en catalogarla de Burorrepresión. En sentido extenso, burorrepresión se define como la pretensión de control de la potencial disfuncionalidad de sectores sociales, a través de trabas burocráticas o legales que se convierten en graves impedimentos funcionales para los individuos y colectivos afectados. En este caso concreto también habría una zona común con la acepción dura del término (presión económica administrativa a los movimientos sociales) puesto que también hay trabas administrativas con contenido económico de calado suficiente para asfixiar a nuestra modesta asamblea.
Consideramos que ni el Ayuntamiento ni las ordenanzas municipales tienen claro que los movimientos sociales no hacemos negocios ni publicidad, que no somos promotores de eventos ni gestores de ocio. Por el contrario, somos vecin@s que ejercitamos nuestros derechos públicos y políticos y que hacemos legítimo uso del espacio público, de la calle, sin pretensión económica para la difusión, promoción y reivindicación de los derechos humanos, políticos, civiles, culturales, económicos y sociales.
No se puede ni se debe equiparar el uso de la calle para el ejercicio y promoción de derechos fundamentales con la utilización privativa del espacio público, que tiene fines mercantiles y empresariales explícitos o implícitos en formatos deportivos y culturales.
Por eso exigimos a Servicios Públicos del Ayuntamiento de Zaragoza, si tanta importancia da a la participación ciudadana, que actúe para garantizar la que emerge desde abajo, racionalizando los requisitos burocráticos para actividades populares y sociopolíticas y estableciendo las medidas necesarias para garantizar el ejercicio de los derechos colectivos.
LA CALLE ES DE TOD@S
Asamblea 15M Delicias
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